Hablando con mi amiga

- ¿Hola Amiga?

- ¿Cómo estás?

-Sabes, a veces quisiera que me dejaras de hablar.

- Es imposible. Soy tu mente.

- Y ¿no puedes irte de vacaciones?

- A donde voy yo, tú vienes.
Y a dónde tú vas, yo voy.

- ¡Mierda!
Es que tú hablas mucho.

- Sí, lo sé.

Pero al igual que tú, también padezco de locura.

- ¡Mierda!
Es que la verdad,

a veces creo que contigo no puedo ser lo que quiero ser.

- Yo tampoco contigo.

-¡Mierda!
No quiero morir volviéndome loco con tu voz.

- Es tan difícil callarme.
Hasta mi silencio hace ruido.

- Entonces ayúdame a ser artista.

- Eso es lo que intento cuando
Hablo.
Hablo.
Hablo.
Hablo.
Hablo.
Y hablo.

- ¿Crees que juntos seremos artistas?

- ¡Sí lo creo!

- ¿Puedo confiar en ti?

-¡No!

-¡Mierda!

Entonces, ¿cómo juntos, seremos artistas?

- No lo sé. Pero al igual que tú, muy en el fondo, hay algo que me dice que sin ti no sobreviviré, y tú sin mí, no serás artista.

- ¡Mierda!
Entonces

¿tu voz siempre estará en mi cabeza?

- Sí.

- ¡Mierda!

Sr BM.