La muerte de un alma muerta

Estaban los tres:
La madre sexy y joven.
El padre borracho y artista,
y el niño que hacía castillos de arena en la playa.

El señor Ansí,
dibujaba con el humo del cigarrillo, pajaritos de nicotina sobre el viento.

Kiara lo miraba
mientras las olas golpeaban las rocas.

Sólo estaban los tres...
Ningún mentiroso los interrumpía...

De repente,
de un hueco en la arena,
salió una rata,
y el perro que los acompañaba comenzó a perseguirla,
hasta que la agarró,
la tomó por la cabeza,
y con sus filosos colmillos,
la mordió duro
y se la arrancó.

Entonces la arena rubia se llenó de sangre de rata,
y los tres miraban al perro divirtiéndose con el roedor.

Luego el señor Ansí se puso de pie,
caminó hacia el mar,
y en la orilla dejó que las olas terminarán el recorrido en sus pies.

Había bastante silencio.

El sol era extraño,
pero la belleza de su esposa,
era mágica
y la inocencia de su hijo,
lo enamoraba.

En ese preciso instante,
observando su alrededor,
unas notas de piano sonaron en su cabeza,
cerró los ojos y movió los dedos
intentando unir el mar,
la belleza,
la inocencia
y la muerte de una rata,
con el sonido del viento y el silencio.

Pasaron los días,
y cuando el señor Ansí regresó a su departamento en Nueva York.
En la pared blanca que había en aquella sala
escribió con pintura azul:

Aquí en el mar.
La muerte es la belleza del silencio.
Y tu belleza me hace reencarnar en el viento.


Sr. BM

1 comentario:

Cucuruchando Memorias dijo...

muy bueno sobre todo el final...

La felicidad es un conjunto de momentos efímeros que se entrelazan en el tiempo y se debaten entre la vida y la muerte buscando un corazón que de hasta su ultimo respiro por vivir intensamente ese sublime momento...